Me recibí de Licenciada en Comunicación Social en Argentina hace ya unos cuantos años. Empecé a trabajar haciendo colaboraciones en revistas y periódicos locales, y luego como corresponsal de un periódico del interior. También hice unos programas de radio para las nacientes emisoras libres, para lo cual tenía que ocuparme desde la producción hasta la venta de espacios publicitarios. Como todo esto no daba para vivir, comencé a trabajar como profesora de secundaria. Mi título me habilitaba para dar clases no sólo de Lengua, sino también de Historia, Geografía y Educación Cívica. También durante un curso fui ayudante de cátedra del Taller de Periodismo Radiofónico.
Por motivos personales me trasladé a Alemania, donde además de trabajar en la redacción española de la Deutsche Welle, di clases de Castellano en Escuelas de Adultos y en Escuelas de Idiomas como Inlingua. Estuve además dos cursos impartiendo clases en la Ruhr-Universität Bochum como docente contratada para el Seminario de lenguas románicas.
Cuando por las vueltas de la vida aterricé en Valencia, me presenté en una Escuela para Adultos con la intención de dar clases. Lo primero que me preguntaron fue si tenía el CAP. No sabía qué era y me explicaron que era una capacitación docente; entonces les comenté de mi experiencia docente. Me respondieron que sin el CAP no servía. Decepcionada, me dediqué a otras actividades, entre ellas, actualizarme en el uso de las nuevas tecnologías y el aprendizaje de valenciano.
Una buen día, me di cuenta que echaba de menos estar al frente de una clase y de todas las vivencias positivas que me aportaba. Y entonces decidí hacer el CAP. ¿Por qué no? Después de todo nunca había dejado de formarme y aprender.
Cuando fui a matricularme, el CAP se había convertido en el Máster en Profesor/a de Educación Secundaria... (continuará)
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